lunes, 30 de julio de 2012

1863: La ciudad indomable

William llegó aquella mañana muy acelerado. Robert y Marie estaban sentados en la mesa del jardín desayunando té con delicias turcas, tostadas y mermelada de frambuesa. Al verlo se levantaron para saludarlo pero él se sentó y se sirvió una taza de té negro, sudando y sin respiración.

-El populacho ha tomado las calles, han quemado las oficinas de reclutamiento, telégrafos y algunas casas del centro. ¡Como esa chusma se dirija hacia la parte alta,  nos matarán a todos!

-William, tranquilo, esos salvajes no pasaran de la calle Darrow. Tenemos que confiar en la policía que son los que protegen la ley -Marie dio un sorbo a su té frío con limón, con refinada dulzura-. Además si el ejército de la Unión está en los muelles, no hay que preocuparse.

-¡Malditos inmigrantes! Y esos monos negros son aún peores, con sus costumbres tan arcaicas, tocando esos tambores en los muelles, no dejan dormir a nadie. La esclavitud es necesaria para nuestro país. Mirad a los amarillos, ellos obedecen sin rechistar, aunque claro a saber lo que pasa por la cabeza de esas ratas.

-Robert, cariño, estás muy callado –dijo Marie-. ¿Y tú, qué opinas?

Robert fumaba de su vieja pipa, estaba serio y pensativo. Se levantó, se puso su sombrero de copa y miró su reloj de bolsillo. En su rostro algo había cambiado durante la mañana.

-Qué queréis que os diga, ya sé vuestra opinión. Y aunque os dijera lo que pienso, vuestros diminutos cerebros no lo comprenderían. Vosotros los que os hacéis llamar americanos de raza, solamente porque sois más ricos, tenéis en las venas más sangre irlandesa, francesa e italiana que cualquier otro –estaba enfurecido, cabreado, piel roja, verde irlandés-. ¡América se fundó en las calles! Entiendo que se enfurezcan, los quieren reclutar para una guerra que está a más de cuatro mil millas. Solamente te puedes salvar de ese reclutamiento masivo si tienes trescientos dólares, ¿y quien hoy en día tiene trescientos dólares? Además todos los reclutados están siendo nuevos americanos. Bajan de un barco para subirse a otro, mientras ven los ataúdes, amontonándose en los muelles, de soldados muertos. Una guerra inútil de hermano contra hermano. La civilización se viene abajo…

Robert cogió su bastón de madera vieja y le metió una patada a la mesita del té, tan fuerte que el limón acabó en la cara de William. Marie, con su precioso vestido de seda blanca, quedó empapada de té negro.

-¡Necesitamos un nuevo testamento, un mundo nuevo! No se puede comprar a la mitad de los pobres para matar a la otra mitad. Así que quedaos aquí con vuestras lujosas vestiduras y vuestros suculentos desayunos. Yo me voy al centro. La auténtica batalla no está en los estados del sur, sino aquí, en las calles de Nueva York.

Salió de casa diciendo la última palabra, nunca más se le volvió a ver. Algunos dijeron que murió en los disturbios, mi madre me dijo que volvió a la vieja Europa. Lo que sí se sabe es que en aquella semana se rebelaron cincuenta mil personas, en la ciudad de Nueva York, en protesta por el anuncio del Presidente Abraham Lincoln, de reclutar tropas para luchar en la Guerra Civil Americana. El ejército entró en la ciudad aplacando al pueblo, sin piedad, decenas, cientos, miles de muertos. Luego vino la cólera y se llevó a otros tantos. Amigos o enemigos, ahora ya da igual. Mi padre me dijo que todos nacemos de la sangre y el sufrimiento. Y lo mismo podía decirse de nuestra gran ciudad. 


Daniel Ferrer

domingo, 29 de julio de 2012

The owner of time - Introducción



The owner of time es un pequeño relato ficticio que he escrito en inglés y que iré publicando por capítulos. De momento os dejo el argumento: 


Pete was at school when the police arrested him. He was accused of robbing Gerorge III’s pocket watch, a piece from the British Museum.  But Pete was innocent, he didn’t steal that watch, he simply found it on a bench at Russell Square Gardens. Pete even didn’t know the watch belonged to the museum. He only knows that this timepiece is very special and that his life has been much better since he found it.

Peter wondered how the police knew he had the watch; it was hidden in a very secure place. Have they spied on him? Did the officers discover the real powers of the pocket watch? Have they found out Pete has been manipulating time thanks to the ticker?

Soon Pete learns that something fishy is going on at the police office and he’ll need to prevent that the special item falls into the wrong hands. 




Quien no se consuela es porque no quiere



Suelo pecar de ambición y mi instinto de superación siempre ha estado latente, sobretodo en cuanto a mi carrera profesional concierne.  Sin embargo últimamente hay una tendencia fuerte a pensar que los conformistas son más felices, de hecho dicen que el secreto de la felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace. Así que, con refranero en mano, me predispongo a adoptar una actitud más conformista, siguiendo reglas como Se feliz con lo que tienes, no infeliz por lo que careces,  con la esperanza de obtener un poco de felicidad en mi vida.

En busca de trabajo me encuentro, y veo que hay escasez de buenas ofertas laborales, pero ya se sabe que en tiempos de crisis, a falta de pan, buenas son tortas.  Por lo tanto aceptaré el primer empleo que encuentre ya que más vale pájaro en mano que ciento volando.

No sólo haré caso omiso de las condiciones laborales  precarias, sino también estaré infinitamente agradecido al empresario que de la cola del paro me desterró pues el hombre que el bien no agradece, solo desprecio merece. No me descontentará mi ínfimo sueldo ya que quien se conforma con su pobre suerte es rico ciertamente y por supuesto, es mejor ser un rico pobre, que un pobre rico. ¡Dichosos son los pobres! Y nunca me quejaré si explotada soy, pues quejarse es el pasatiempo de los incapaces y, como ya sabemos, el trabajo duro purifica el espíritu.

Si el oficio desempeñado no me gusta ni me satisface pensaré que es mejor valorar lo que se tiene que sufrir por lo que se quiere. Y me olvidaré de aspirar a uno mejor, ya que quien todo lo quiere todo lo pierde, y a fin de cuentas más vale malo conocido que bueno por conocer.

No me dispondré a adquirir un hogar, con un alquiler me conformaré, pues hipotecas ya no dan, y a los precios a los que están… Pero que bien podré descansar, ya que quien deuda no tiene, descansa como quiere. Más el banco no me podrá desahuciar pues quien no tiene, perder no puede.  Y si no mide más de 40 m2 me dará absolutamente igual porque casa mía, casa mía, por pequeña que tú seas me parece una abadía.

Así que, desde mi nueva actitud conformista y menos infeliz os diré que si no tienes lo que quieres, quiere lo que tienes, y quien no se consuela es porque no quiere.

Anna Rodríguez

jueves, 26 de julio de 2012

Dalí y Gala os dan la bienvenida


Nuestras vidas se cruzaron hace dos años en un curso de Diseño Gráfico. Conectamos al instante ya que teníamos muchas cosas en común y poco a poco empezó a forjarse una amistad entre nosotros. Contra más cosas íbamos descubriendo el uno del otro más nos gustábamos, y con el tiempo, acabamos enamorándonos.

En una de nuestras noches filosóficas (en las que solemos arreglar el mundo) surgió la idea de crear un blog conjunto para unir nuestra afición por la escritura.
Un cuadro de Salvador Dalí, nuestro artista favorito, nos inspiró a titularlo Pareja con la cabeza en las nubes, qué mejor título para una pareja que se pasa horas y horas soñando despiertos. Esta iniciativa por un lado nos une como pareja, y por otro, como escritores novatos que somos, nos srive para aprender y mejorar.

Para terminar os damos la bienvenida y deseamos que disfrutéis leyendo nuestro blog. 

Anna y Dani.